Capitulo 4. Los Almendros ¿Dónde estamos?
Cuando Morgana y yo nos pusimos a trabajar sobre el libro lo primero que utilizamos fue internet. Ya decidiríamos cuando ir a realizar investigación de campo por la zona. Había muchos documentos sobre la Orden de Santiago y podíamos consultarlos. Tampoco queríamos un libro "super científico" queríamos algo de Novela Histórica.
Vamos a situarnos en la actualidad, estos son los municipios de la actual cuenca.
https://www.mapasdeespana.com/provincia/mapa-provincia-cuenca.png
En la parte Oeste pegando con las provincias actuales de Madrid y Toledo se encuentran los siguientes municipios
Nos íbamos a centrar en el origen de nuestro apellido "LOS ALMENDROS" , pero en ese momento lo más importante estaba en los alrededores y ese era UCLÉS.
Damos las gracias a Manuel Fernández Grueso el cual nos ha ilustrado y ayudado mucho en la comprensión de la zona.
Fué en Arévalo donde el 9 de enero de 1174 se hace la
donación del castillo y la villa de Uclés a la Orden de Santiago por el rey
Alfonso VIII, a quien según el documento donó: “todas sus tierras, viñas,
prados, pastizales, arroyos, molinos, pesquerías, portazgos, entradas y
salidas…”. El acto contó con la presencia de los prelados y nobles del reino,
junto con Alfonso VIII y su esposa Leonor de Plantagenet. El rey entregó dicho
castillo fronterizo y roquero a los caballeros de Santiago, para que
defendiesen aquella comarca y la de Huete de los ataques musulmanes. La
donación se hizo al Maestre de la Orden de Santiago, don Pedro Fernández de
Fuentencalada. La Orden se había
creado en 1170, y aunque había sido aprobada por el Papa Alejandro III, faltaba
su confirmación, que se materializaría más tarde, en 1175.
La copia del documento de donación se conserva en el Archivo Histórico Nacional, formando parte del Tumbo Menor de Castilla, junto con el resto de documentos del archivo de la Orden de Santiago de Uclés, desde 1872.
Muchos no se acordarán de este periodo tan importante en la Península Ibérica, los reyes Cristianos tienen la necesidad de ir repoblando las zonas que van ganando a los musulmanes en la reconquista, con nobles u ordenes fuertes que impidan el retroceso de dicha ocupación. En esta zona entre los rios Tajo y Záncara la despoblación es acuciante y si se quiere defender, tiene que haber pobladores que las defiendan.
Uclés era un punto estratégico hacia el Reino de Valencia, conquistado por el Cid pero vuelto a perder años más tarde. Los musulmanes obtuvieron una victoria en la batalla de Uclés en 1108, lo que precipitó esta concesión a la Orden de Santiago por parte del Rey Alfonso VIII (presente en la Batalla de las Navas de Tolosa en 1212 junto a Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra)
Es el comienzo de la presencia cristiana en el Valle del Guadiana y los pasos de Sierra Morena.
Para defenderse de los ataques musulmanes los reyes cristianos fueron cediendo terreno a las ordenes militares, creando una primera barrera defensiva desde el Atlántico hasta el Mediterráneo. En la parte Oeste la Orden de Alcántara (ayudada por la de Santiago en ciertos puntos), en el centro la de Calatrava y al este la de Santiago.
Todas ellas administraban justicia en su territorio, recaudando sus tributos y en algunos casos exigiendo la prestación de un servicio militar a sus vasallos. Así, se constituyó un territorio casi independiente, si bien el monarca se reservaba la percepción de diversos tributos. Es por esto que pertenecer como villa o lugar a Uclés tenía una serie de privilegios y ventajas, por lo que el territorio fue creciendo en los siguientes años. Algunos de estos (de vital importancia en la época) eran: poder pastar y abrevar con los ganados, arar y labrar las tierras de los términos de la Orden, exenciones fiscales, amparo de la justicia y ventajas de diversa índole.
La estructura en la que se organizó el territorio partía por un lado del “concejo”, que se dividía en “barrios o collaciones”, por encima estaba el “alfoz”, que eran agrupaciones de pueblos o aldeas, las agrupaciones de pueblos formaban una “encomienda” y varias encomiendas formaban el “común”. Los comunes, eran asociaciones de pueblos de una misma jurisdicción con unos mismos fines fiscales y ganaderos, por encima de todos ellos estaba la “provincia”.
Es decir , cuando hablamos del ALFOZ de UCLÉS nos referimos a un conjunto de pueblos o aldeas que estaban alrededor de dicha villa. En aquellos días las fronteras solían ser accidentes geográficos bastantes visible y uno de ellos era el Rio Cigüela al este de dicho territorio. Se sabía que el rio tenia su nacimiento en las postrimería de la Sierra de las Cabrejas donde también nace el rio Záncara (afluente del anterior y que juntos se unen al Guadiana)
Pero la repoblación no se puede llevar así como así, se necesita un plan y alguien que lo ejecute. A finales del siglo XII el maestre de la Orden de Santiago dio facultad de repoblar este territorio a Pedro Naharro, así surge Fuente de Pedro Naharro, siendo desde entonces aldea de la villa de Uclés.
Aunque la idea de Alfoz era buena, se dio una vuelta de tuerca y ante el crecimiento del término de Uclés se dividió en tres sexmos (especie de distrito rural que abarcaba un número determinado de aldeas). Estos fueron:
- Saelices y sus aldeas: San Felices y Cabeza de Griego;
- Riánsares y sus aldeas: El Acebrón, Fuente de Pedro Naharro y Torrubia del Campo;
- Tribaldos con las aldeas de: Almendros y Villarrubio.
Muchos de estos asentamientos se mantuvieron durante los siglos siguientes, en el caso de Riánsares, quedó despoblado y dejó de mencionarse entre los siglos XV-XVI, para convertirse en Tarancón que fue aldea de Uclés hasta 1537, fecha en la que obtuvo el privilegio de villazgo.
Os mostramos un mapa de la Orden de como estaban distribuidos para ellos .
Llegado el siglo XIV cambia la configuración territorial de la Orden de Santiago en la provincia de Castilla. Es a mediados del siglo XIV cuando surge la denominación de “La Mancha”, haciéndose referencia con este término a la ausencia de un potencial humano notable, que dentro de los términos santiaguistas contrastaba de una forma evidente con la zona de Ocaña-Uclés al norte y el Campo de Montiel al sur, mucho más habitado. Este topónimo adquirirá carta de naturaleza institucional en 1353, al crearse el “Común de La Mancha”; en los siglos sucesivos, el término conseguirá alcanzar un predicamento territorial más amplio, dándose a conocer a través de El Quijote (recuérdese cómo doña Dulcinea era vecina de El Toboso, uno de los pueblos originarios del Común de La Mancha). De forma que esta provincia dividió sus territorios en tres comunes: el Común de Montiel, el Común de Uclés, y el Común de La Mancha, todos ellos situadas entre los ríos Cigüela y Guadiana.
El Común de Uclés lo formaban municipios conquenses, integrados al principio (en el siglo XV) por Uclés y 10 de sus aldeas (hoy municipios, salvo La Moraleja):El Acebrón, Almendros, Fuente de Pedro Naharro, La Moraleja, Rozalén, Saelices, Taracón, Torrubias, Tribaldos y Villarrubio. Posteriormente, en el siglo XVI, se incorporarían Pozorrubio de Santiago y Horcajo de Santiago, procedentes del Común de La Mancha. Pueblos que en el siglo XII era un gran territorio de repoblación y hoy se ha convertido en un territorio de gran despoblación.
Por otro lado y dentro del doble aspecto de los caballeros como monjes y guerreros, existió un territorio eclesiástico: el Priorato de Uclés. estaba formado por parroquias, ermitas y conventos, y extendía su jurisdicción en pueblos más allá de El Toboso. Aunque curiosamente, la villa de Uclés dependía del Obispado de Cuenca y Tarancón en lo civil era aldea de Uclés y, en lo eclesiástico del Obispado de Cuenca. Este priorato existió hasta el siglo XIX.
También debemos a Orden la toponimia de nuestro territorio, los nombres de muchos de nuestros pueblos llevan el nombre de Santiago: Horcajo de Santiago, Villamayor de Santiago, Pozorrubio de Santiago, etc… Otros pueblos sin llevar el nombre de Santiago, muestran en sus símbolos municipales la cruz roja en forma de espada, que representa a la Orden, como: Almonacid del Marquesado, El Hito, El Acebrón o Tarancón, que tiene un escudo sobre pergamino dorado, donde una cruz de Santiago abraza al propio escudo.
Uclés esta colindante con la Tierra de Alarcón que permanece en poder de la Corona de Castilla. En 1194 los santiaguistas obtienen de Alfonso VIII el alcázar de Alarcón y otras posesiones y rentas. La rápida reacción del Concejo consiguió anular la concesión, aunque no impidió la presencia de la Orden, con la creación y dotación de un hospital de redención de cautivos, convertido en encomienda santiaguista, con sede en Alarcón. Estos hospitales, situados en las zonas fronterizas, se ocupaban de albergar a los prisioneros enemigos y cobrar rescate por ellos, así como negociar la recuperación de los propios.
A la vez, algunos caballeros y nobles (conde Pedro Manrique de Lara, don Bermudo, Sancho Dalariz) que abandonaban el territorio legaron parte de sus propiedades al hospital. Quedaba así estructurada la Encomienda del Hospital de Alarcón, documentada desde 1210 que se mantendrá durante todo el período bajomedieval.
En este conglomerado de posesiones fronterizas repobladoras, en 1241, Fernando III encomienda al Obispo de Cuenca, D. Gonzalo, que proceda a la partición de términos y amojonamiento entre la Orden de Santiago, tierra de Uclés, y Alarcón.
Quedo en ese momento definido el territorio de Úcles como sigue:
- Por el Norte , con la tierra de Huete donde Alcázar del Rey era el pueblo limite entre ambos.
- Por el Noroeste con Fuentidueña y Estremera, pasado Belinchón.
- Por el Oeste con Ocaña.
- Por el Sur, donde más territorio ganan debido a la Batalla de las Navas de Tolosa, llegando a sierra Morena ( parte bastante despoblada).
- Por el Este con Alarcón haciendo frontera en el termino de Saelices , el cual nunca traspasaron (hubo permutas y concesiones a lo largo de los años/siglos).
En este momento es cuando constan los primeros escritos sobre Los Almendros. cerca de la aldea de Villarrubio que permanecería como aldea de Uclés hasta el Siglo XVI (1558 previó pago a la Corona de Castilla) . En su jurisdicción estuvo La Moraleja y junto a ella la Membrillera. El pueblo de Los almendros se dedicaba a la agricultura, como recolección de almendra. En la Edad Media, la almendra era utilizada principalmente como ingrediente en la cocina, especialmente en la repostería y en los banquetes. Su versatilidad la convirtió en un producto de alto valor, popular entre la nobleza. También se usaba para obtener leche de almendras, la cual servía como sustituto de la leche de origen animal durante la Cuaresma.
La zona tuvo grandes dificultades repobladoras. aunque el área tenia dos rios grandes que le abastecían de agua, la insalubridad de algunos emplazamientos precipito el abandono de la población. Las aldeas originales fueron reemplazadas por otras cercanas ( el rio seguía estando allí) pero con mejor estabilidad física (peligro de inundaciones) y sanitaria ( ciertas enfermedades, epidemias y la peste de la Edad Media se propagaron rápidamente)
Otra casusa fue la dilatación en el tiempo de la reconquista de la península ibérica. Parecía que nunca se iba a acabar, y eso hizo que los constantes enfrentamientos cristiano-musulmanes tuviera gran repercusión en la zona. Las ordenes militares tenían que estar a muchos envites ante la debilidad de las coronas (la mayoría de las veces por falta de recursos), así que los maestres eran los guías en esta repoblación. Un esfuerzo grande se llevo a cabo a principios del siglo XIV bajo el reinado de Alfonso XI.
Ya en este siglo se llamaba a esta zona LA MANCHA, hay mucha literatura sobre el origen del nombre pero todos concuerdan en que se debía a dos hechos.
- La ausencia de potencial humano.
- Zona árida y extensa con poca vida
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